El producto ha sido añadido al carro.

Todo el personal sanitario, tanto si trabaja en una institución pública como privada, debe seguir un estricto protocolo estandarizado de procedimientos de aseo e higiene del paciente con sus propias normas. En este artículo te resumimos las normas generales de aseo del paciente, el protocolo que hay que seguir y te mencionamos algunas precauciones que debe considerar el personal sanitario a la hora de asear a un paciente.

Normas generales en el aseo del paciente

Estas son las directrices principales que debemos tener en cuenta al lavar a un paciente:

  • Controla la temperatura y evita corrientes de aire: Para evitar el enfriamiento del paciente y garantizar su confort, es recomendable cubrir la zona del cuerpo que no se esté lavando en el momento durante el aseo y mantener la habitación a una temperatura entre 22º y 24º grados.
  • Respeta su intimidad: Utiliza cortinas o biombos para que el paciente se sienta resguardado de miradas ajenas o de cualquier intromisión potencial indeseada. Para todos los seres humanos, el momento del aseo personal es íntimo y debe ser respetado.
  • Cambios posturales: Es esencial realizar cambios de posición durante el aseo en cama, especialmente en pacientes con fracturas o úlceras por presión, con el fin de prevenir lesiones adicionales y acomodar al paciente.
  • Seca al paciente a conciencia: Se debe asegurar un secado completo de todas las partes del cuerpo, prestando especial atención a las zonas erógenas y pliegues cutáneos para evitar la acumulación de humedad y prevenir infecciones.
  • Vela por su seguridad: Para que el paciente no se caiga, es fundamental que las instalaciones tengan incorporadas barandillas de seguridad en la zona de aseo. Si bien muchos pacientes no las necesitan, son necesarias para pacientes con problemas de movilidad.
  • Recuerda que tus gestos también comunican: Se debe mantener una actitud amable y mostrar una sonrisa durante el aseo, utilizando un lenguaje no verbal que transmita calma y confianza al paciente. Es así como se sentirá mejor y colaborará de buena gana.

Material necesario para asear a un paciente

Estos son los utensilios que necesitaremos para asear a un paciente:

  • Palangana con agua a 37º-40º: El agua a esta temperatura ayuda mantiene al paciente cómodo durante el aseo, ya que está lo suficientemente tibia para no causar molestias ni choques térmicos.
  • Esponja jabonosa: Con ella limpiamos la piel del paciente aplicando el jabón uniformemente para eliminar la suciedad y los gérmenes por completo.
  • Dos toallas: Son necesarias para secar al paciente después del aseo. Se utiliza una toalla para el cuerpo y otra para el cabello, manteniendo la higiene e impidiendo que los gérmenes se propaguen.
  • Crema hidratante: Después del aseo, la crema hidratante ayuda a mantener la piel del paciente suave e hidratada, previniendo la sequedad y posibles irritaciones.
  • Champú: Para limpiar el cabello del paciente y eliminar los residuos de productos anteriores.
  • Secador: Para secar el cabello del paciente después del lavado, ya que la humedad excesiva que puede causar molestias o incluso infecciones en el cuero cabelludo.
  • Peine: Se utiliza para desenredar y peinar el cabello del paciente después del lavado.
  • Tijeras de punta roma: Para cortar las uñas del paciente de manera segura sin lesiones accidentales durante el proceso de aseo.
  • Cepillo: Para limpiar y masajear el cuero cabelludo del paciente durante el lavado, estimulando la circulación sanguínea y la salud del cuero cabelludo.
  • Pinzas: Las pinzas son útiles para manipular pequeños objetos o aplicar vendajes con precisión durante el proceso de aseo del paciente.
  • Hule: El hule se utiliza para proteger la cama o el suelo de posibles derrames de agua durante el aseo, manteniendo así el entorno limpio y seguro.
  • Entremetida: La entremetida es útil para ayudar al paciente a moverse o cambiar de posición durante el aseo, garantizando su comodidad y seguridad.

Protocolo de aseo del paciente en cama

Para asear al paciente de forma exhaustiva, conviene observar el siguiente protocolo de sencilla ejecución:

Preparación

  • Lavar las manos y colocar guantes antes de comenzar el aseo para mantener la higiene.
  • Informar al paciente sobre el procedimiento y preservar su intimidad utilizando un biombo o cortina.

Cara, cuello y orejas

  • Limpiar con una gasa humedecida en suero fisiológico los ojos aplicando movimientos suaves.
  • Limpiar solo el pabellón auditivo de las orejas sin introducir bastoncillos en el conducto auditivo.
  • Limpiar y secar el cuello, prestando atención a la zona detrás de las orejas para prevenir infecciones.

Hombros, brazos y axilas

  • Limpiar los hombros, brazos y axilas, asegurando una limpieza minuciosa y secado adecuado.
  • Realizar la higiene de las manos, prestando especial atención a los espacios interdigitales y cortando las uñas si es necesario.

Tórax y abdomen

Limpiar y secar debajo de las mamas de manera meticulosa, continuando con la limpieza del abdomen.

Extremidades inferiores

  • Limpiar las ingles, muslos y pies, prestando especial atención a las zonas interdigitales.
  • Realizar el corte de uñas si es necesario.

Espalda y nalgas

  • Colocar al paciente en decúbito lateral y limpiar la zona dorsal, lumbar y nalgas, cambiando el agua si es necesario.
  • Realizar el aseo de las extremidades inferiores si aún no se ha hecho.

Genitales

  • Colocar al paciente en decúbito supino con las extremidades inferiores separadas.
  • Utilizar gasas para limpiar los genitales de arriba hacia abajo, evitando dejar secreciones en el hombre al retirar el prepucio si es necesario.

Cabello

  • Colocar al paciente en posición Roser, protegiendo los oídos con algodones si es necesario.
  • Utilizar un canalón de hule para dirigir el agua hacia la palangana en el suelo.
  • Aplicar champú, enjuagar y secar el cabello con toalla y secador.

Finalización

Cambiar la lencería de la cama y permitir que el paciente descanse tras el procedimiento completo de aseo.

Precauciones y consideraciones a tener en cuenta durante el aseo

Al asear a un paciente, es fundamental tener en cuenta diversas consideraciones y precauciones para garantizar su bienestar y seguridad durante el proceso. Como ya hemos dicho, es crucial respetar la intimidad del paciente en todo momento, utilizando cortinas o biombos para mantener la privacidad durante el aseo.

Además, es importante comunicarse de manera clara y empática con el paciente, explicando cada paso del procedimiento y asegurándose de obtener su consentimiento antes de iniciar.

Durante el aseo, es esencial prestar especial atención a las necesidades y condiciones específicas del paciente, adaptando el procedimiento según su movilidad, sensibilidad o fragilidad. Por ejemplo, en pacientes con piel sensible o propensos a úlceras por presión, se debe evitar la fricción excesiva y utilizar productos con pH neutro para su cuidado.

Asimismo, se deben tomar medidas para prevenir accidentes y lesiones durante el aseo, como asegurar una iluminación adecuada en la habitación, mantener los suelos secos y libres de obstáculos, y utilizar dispositivos de seguridad como barandillas en la cama para evitar caídas.

Otra consideración importante es mantener una higiene rigurosa para uno mismo en todo momento, utilizando guantes y otros equipos de protección personal según sea necesario para evitar propagar gérmenes.

Puede que te interese leer sobre:

Esquema de funciones de un celador

¿Qué hace un auxiliar de enfermería?

Abrir chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte?