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En este artículo te explicamos qué es un juicio rápido, en qué casos los contempla la ley y cuáles son las fases de su procedimiento. Toda la información aquí expuesta está basada en los artículos que van desde el 795 hasta el 803 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.

¿Qué se entiende por juicio rápido y cuánto dura?

Un juicio rápido es un procedimiento judicial diseñado para resolver ciertos tipos de delitos de manera rápida. Este tipo de proceso se aplica, generalmente, en casos de delitos menores, flagrantes o con pruebas claras y contundentes que permiten una resolución instantánea.

El juicio rápido sirve para reducir la carga de trabajo de los tribunales, evitar demoras innecesarias en la administración de justicia y proporcionar una respuesta ágil a situaciones en las que los hechos están claros y las pruebas son evidentes.

Procedimiento de un juicio rápido

A grandes rasgos, el juicio rápido observa las siguientes fases:

Diligencias policiales

El procedimiento de un juicio rápido comienza con las diligencias iniciales llevadas a cabo por la Policía Judicial. En primer lugar, se solicitan informes médicos sobre la víctima, lo que es fundamental para evaluar el estado de salud y los posibles daños sufridos. Simultáneamente, se informa al presunto responsable sobre sus derechos y, en caso de no contar con un abogado, se le asigna uno de oficio. 

Posteriormente, se cita tanto al denunciado como a los testigos para que comparezcan ante el Juzgado de guardia, y se remiten las sustancias incautadas para su análisis correspondiente. Además, se realizan pruebas de alcoholemia y drogas, con la opción de un análisis de contraste si el acusado lo solicita. En algunos casos, es necesario solicitar la presencia de peritos para tasar objetos involucrados.

Recepción del atestado policial

Una vez que el Juzgado de guardia recibe el atestado policial junto con los objetos y pruebas pertinentes, se procede a realizar las diligencias urgentes necesarias. Entre estas diligencias se incluyen la recopilación de antecedentes penales, la toma de declaraciones al detenido o investigado, así como a los testigos. Si las circunstancias lo requieren, se puede realizar un reconocimiento en rueda o se ordena un careo entre testigos y/o investigados para esclarecer los hechos.

Resolución del Juzgado de guardia

Tras escuchar a las partes involucradas y al Ministerio Fiscal, el Juez de guardia debe tomar una resolución. Esta puede consistir en la continuación del procedimiento para llevar a juicio oral, en la orden de diligencias adicionales si las existentes no son suficientes, o en la realización de un enjuiciamiento inmediato si se trata de una falta menor.

Juicio oral

Si se decide abrir el juicio oral, el Ministerio Fiscal y las partes presentan sus escritos de acusación y defensa. En este momento, se fija una fecha para el juicio oral, que debe celebrarse lo antes posible, generalmente dentro de los 15 días siguientes. Se llevan a cabo las citaciones pertinentes y se asegura la admisión de las pruebas que se presentarán durante el juicio.

Finalmente, el juicio oral se celebra en la fecha señalada. Tras la presentación de las pruebas y los argumentos de ambas partes, se dicta la sentencia que pondrá fin al proceso.

¿Qué delitos se pueden enjuiciar por el procedimiento rápido?

El juicio rápido, también llamado oficialmente enjuiciamiento rápido, es un procedimiento aplicable a ciertos delitos bajo condiciones específicas. Este tipo de proceso se puede utilizar cuando el delito está castigado con una pena privativa de libertad que no exceda de cinco años o con otras penas, ya sean únicas, conjuntas o alternativas, siempre que su duración no supere los diez años.

Para que se inicie un juicio rápido, el proceso penal debe haberse iniciado a partir de un atestado policial. En este contexto, es necesario que la Policía Judicial haya detenido a una persona y la haya puesto a disposición del Juzgado de guardia. En el caso de que no haya habido detención, también es posible aplicar este procedimiento si la persona ha sido citada para comparecer ante el Juzgado de guardia como denunciada en el atestado.

Puede ponerse en marcha un juicio rápido cuando se trata de delitos flagrantes, es decir, aquellos que se están cometiendo o que acaban de cometerse y en los que el delincuente es sorprendido en el acto. También es aplicable si se presume que la instrucción del hecho punible será sencilla.

Delitos específicos

Es aplicable a delitos como:

  • Lesiones, coacciones, amenazas o violencia habitual contra las personas protegidas por el artículo 173.2 del Código Penal.
  • Hurtos.
  • Robos.
  • Hurto y robo de uso de vehículos.
  • Delitos contra la seguridad del tráfico.
  • Delitos de daños previstos en el artículo 263 del Código Penal.
  • Delitos contra la salud pública previstos en el artículo 368, inciso segundo, del Código Penal.
  • Delitos flagrantes relativos a la propiedad intelectual e industrial (artículos 270, 273, 274 y 275 del Código Penal).

Esquema-resumen de los juicios rápidos

Te dejamos un esquema de los procedimientos y características de los juicios rápidos con finalidad de estudio que puedes descargar haciendo clic derecho:

Esquema juicio rápido

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