Un concurso de méritos en una oposición es un proceso de selección utilizado en el ámbito de la Administración Pública para evaluar y comparar las cualificaciones y experiencias de los candidatos que aspiran a ocupar un puesto de trabajo. Este método forma parte del sistema de oposiciones y tiene como objetivo identificar a los candidatos más idóneos para el cargo en cuestión, basándose en criterios objetivos y predefinidos.
Existen concursos de méritos tanto para opositores como para puestos ofertados para otros funcionarios a modo de promoción interna, bien sea para movilidad horizontal o vertical.
Mientras que los exámenes teóricos y prácticos evalúan los conocimientos y habilidades específicos del candidato, el concurso de méritos permite valorar aspectos como la trayectoria profesional, la formación adicional, las publicaciones o investigaciones realizadas, y otros logros relevantes para el puesto.
Así pues, la ponderación de estos méritos aporta una visión más completa del perfil del aspirante y su potencial para desempeñar eficazmente las funciones del cargo.
La inclusión del concurso de méritos también responde a la necesidad de reconocer y recompensar el esfuerzo y la dedicación de aquellos candidatos que han invertido tiempo y recursos en su desarrollo profesional y académico.
Ventajas del concurso de méritos
Algunas ventajas del concurso de méritos frente a otros métodos de selección de personal público son:
- Valoración holística del candidato: Permite evaluar aspectos más allá de los conocimientos teóricos, como la experiencia laboral, habilidades prácticas y formación adicional, ofreciendo una visión más completa del perfil del aspirante.
- Reconocimiento de la experiencia profesional: Valora el tiempo trabajado en puestos similares o relevantes, lo que beneficia a candidatos que ya han demostrado su capacidad en el campo.
- Fomento de la formación continua: Incentiva a los aspirantes a mantenerse actualizados y a buscar formación adicional.
- Diferenciación entre candidatos: Ayuda a distinguir entre aspirantes con conocimientos teóricos similares para seleccionar a aquellos con perfiles más adecuados para el puesto específico.
- Promoción de la excelencia: Al valorar logros académicos, publicaciones o investigaciones, se fomenta un alto nivel de especialización y excelencia en la administración pública.
- Adaptabilidad a diferentes puestos: Permite ajustar los criterios de evaluación según las necesidades específicas de cada puesto, asegurando una selección más precisa y adecuada.
¿Cómo funciona un concurso de méritos?
El proceso comienza con la publicación de una convocatoria oficial que detalla los requisitos del puesto, los méritos que se valorarán y el baremo de puntuación correspondiente. Los candidatos interesados deben presentar su solicitud junto con la documentación que acredite los méritos alegados dentro del plazo establecido. Estos méritos pueden incluir experiencia laboral, formación académica, cursos de especialización, publicaciones, conocimiento de idiomas, entre otros, dependiendo de las características del puesto.
Una vez recibidas las solicitudes, un tribunal o comisión de valoración examina y evalúa la documentación presentada por cada candidato. Este órgano está compuesto por funcionarios o expertos en el área relacionada con el puesto a cubrir, garantizando así una evaluación técnica y objetiva. El tribunal asigna puntuaciones a cada mérito según el baremo establecido en la convocatoria, sumando los puntos obtenidos por cada aspirante.
Finalizada la evaluación, se elabora una lista provisional con las puntuaciones obtenidas por los candidatos, ordenada de mayor a menor. Esta lista se hace pública, permitiendo a los participantes revisar sus puntuaciones y presentar reclamaciones si consideran que ha habido algún error en la valoración. Tras resolver las posibles alegaciones, se publica la lista definitiva y se adjudica el puesto al candidato con mayor puntuación.
¿Qué se valora en un concurso de méritos?
Cada concurso de méritos establece sus propios criterios de puntuación por los que valora a sus candidatos. Sin embargo, hay criterios que se repiten siempre en todos los procesos selectivos. Los más comunes son:
- Experiencia laboral: Se suele considerar el tiempo trabajado en puestos similares o relacionados con la plaza a la que se aspira, tanto en el sector público como en el privado. Se valora especialmente la experiencia directamente relevante para las funciones del puesto.
- Formación académica: Además de la titulación requerida para el puesto, se valoran títulos adicionales como másteres, posgrados o doctorados relacionados con el ámbito de la oposición.
- Cursos de formación complementaria: Se tienen en cuenta los cursos, seminarios o talleres realizados que estén relacionados con las competencias del puesto, valorando su duración y la entidad que los imparte.
- Publicaciones e investigaciones: En algunos casos, especialmente para puestos de nivel superior o en el ámbito académico, se valoran las publicaciones en revistas especializadas, libros o participaciones en proyectos de investigación.
- Idiomas: El conocimiento de lenguas extranjeras suele ser un mérito valorado, especialmente en puestos que requieren relaciones internacionales o atención al público.
Valoración de un concurso de méritos para funcionarios
Existen diferencias de baremación de criterios entre los concursos de méritos para opositores y los destinados a funcionarios para promoción interna. Así pues, en este último caso se valoran los siguientes aspectos:
- Antigüedad: Se valora el tiempo de servicio en la administración pública, dando mayor peso a los años trabajados en puestos similares o en el mismo cuerpo o escala al que se aspira.
- Grado personal consolidado: Se tiene en cuenta el nivel del puesto que el funcionario ha consolidado a lo largo de su carrera, premiando la progresión profesional.
- Evaluación del desempeño: En algunas administraciones, se tienen en cuenta las evaluaciones periódicas del rendimiento y el cumplimiento de objetivos del funcionario.
- Formación específica: Se consideran los cursos de formación y perfeccionamiento realizados, especialmente los organizados por la propia administración o instituciones oficiales.
¿Cuándo está un funcionario obligado a participar en un concurso de méritos?
La participación en concursos de méritos para funcionarios públicos está sujeta a ciertas condiciones y obligaciones en función de la situación administrativa y laboral de cada empleado. Hay varias circunstancias que afectan la elegibilidad y la obligatoriedad de participación en estos concursos. Estas son las situaciones que obligan a los candidatos a participar en un concurso de méritos:
- Funcionarios en servicio activo ocupando puestos en adscripción provisional: Están obligados a participar si se convoca el puesto que ocupan provisionalmente.
- Personal funcionario en situación administrativa de expectativa de destino.
- Funcionarios en situación de excedencia forzosa.
- Personas que procedan de la situación administrativa de suspensión firme de funciones: Aunque no se especifica como obligatorio, deben presentar documentación acreditativa de haber finalizado el periodo de suspensión para participar.
Certificado de méritos generales
Cada candidato o aspirante a un puesto de la función pública debe presentar sus méritos con la documentación que exija la convocatoria. En todos los concursos de méritos hay que entregar un certificado de méritos como el que se muestra a continuación:
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