En el contexto de la administración pública, los actos expresos y los actos presuntos son dos formas diferentes en las que la administración puede manifestar su voluntad o decisión respecto a un asunto particular. Los actos expresos y presuntos, y sus resoluciones, junto a los silencios administrativos, se regulan en la Ley 39/2015 del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.
Actos expresos
Los actos expresos son aquellos en los que la Administración Pública manifiesta su voluntad de forma clara y directa a través de un documento formal, como una resolución, decreto, acuerdo, o cualquier otro acto administrativo. En estos casos, la Administración comunica explícitamente su decisión a los interesados.
Ejemplo de acto expreso
Imaginemos que un ciudadano solicita una licencia de construcción para edificar una vivienda. La autoridad competente revisa la solicitud y emite una resolución escrita aprobando la licencia de construcción. Esta resolución es un acto expreso porque la administración ha manifestado su decisión de manera clara y documentada.
Actos presuntos
Los actos presuntos, por otro lado, se producen cuando la Administración no manifiesta explícitamente su decisión dentro de un plazo establecido por la normativa, y se entiende que se ha producido una resolución en virtud del silencio administrativo. Es decir, un acto administrativo presunto es la ausencia de un acto expreso.
Este silencio puede ser positivo (se considera que la solicitud ha sido aceptada) o negativo (se considera que la solicitud ha sido denegada pasado el plazo de contestación para la Administración), dependiendo de la legislación aplicable al caso.
Ante un acto presunto negativo, es decir, un silencio administrativo desestimatorio, el interesado puede interponer un recurso de alzada para instar a la Adminsitración a que revise su petición.
Ejemplo de acto presunto
Imaginemos que un ciudadano solicita una subvención para una actividad cultural. La normativa establece que la administración tiene un plazo de tres meses para resolver la solicitud. Si transcurren esos tres meses sin que la Administración haya emitido una resolución expresa, se entenderá que se ha producido un acto presunto.
Supongamos que, en este caso, la normativa indica que el silencio administrativo es positivo. Por lo tanto, se entenderá que la solicitud de subvención ha sido aprobada, aunque no exista un documento formal que lo confirme.
Diferencia entre un acto expreso y un acto presunto
Mientras los actos expresos se caracterizan por una comunicación explícita, los actos presuntos se basan en la falta de respuesta administrativa dentro del tiempo legalmente definido.
Así como un acto expreso puede ser negativo o positivo, un acto presunto también se entenderá como un silencio administrativo positivo y negativo. La diferencia es que, para interpretar la resolución de un acto presunto, deberemos recurrir a la Ley del Procedimiento Administrativo Común (LPAC) y comprobar si el silencio administrativo es negativo o positivo según los supuestos establecidos.